La habitación está super cómoda, nueva, el mobiliario y todo muy lindo, con aire condicionado.
La chica de la recepción es muy gentil y amable, siempre estaba pendiente, pero también había un señor del hotel que me vio subir y bajar cómo 3 veces porque yo tenía varias maletas y supermercado, y me miró así sentado en un sofa con el celular, ni me propuso ayuda...
La habitación no tenía ni toallas (me tocó pedir dos veces para tener una cada día), ni tapete de ducha.
Y lo que me pareció lo más irrespetuoso fue que el sábado cuando llegué no pude disfrutar de la piscina porque había cómo 6 o 7 niños que ni eran del hotel jugando toda la tarde hasta las 7pm, gritando y haciendo ruido y saltando en la piscina.
Que lastima porque los equipos del hotel son buenos pero falta un supervisor para cuadrar que todo salga bien